Populismo não é Socialismo - (foto: Torekimi)


El populismo, la industrialización y la representación de los sectores trabajadores en Brasil e Argentina

por Leandro Carrera *

Resumen: Trata sobre el Populismo, la Industrialización y la Representación de los sectores trabajadores en Brasil. (Nacimiento y consolidación del PT). Semejanzas y Diferencias con el caso Argentino.

Indice
1. Introducción
2. Primera etapa
3. Segunda etapa
4. Tercera etapa
5. Bibliografía
6. Bibliografía Complementaria
7. Documentos

1. Introducción
En 1930 dos hechos políticos marcaron un antes y un después en la historia de Brasil y Argentina, ambos evidencian un mismo síntoma, la crisis del modelo económico oligárquico (agroexportador en el caso argentino y el modelo cafetalero-exportador en Brasil). La crisis del ’29 repercute con crudeza en las economías brasileña y argentina, totalmente dependiente de los mercados externos para sobrevivir, es sin duda más terrible su consecuencia en Brasil, donde el producto que ocupa la mayor parte de las exportaciones es el café, artículo de consumo más bien suntuario, que es de más fácil prescindencia que los alimentos básicos que exporta la Argentina, esta crisis tiene sus consecuencia política inmediata, que son, el golpe de 1930 en Argentina, por un lado y la Revolución Varguista de 1930, ambos suponen un quiebre institucional importante, que vienen a señalar la incapacidad del las elites oligárquicas de encontrar una salida institucional dentro de su propio discurso, es el comienzo de una serie de experimentos institucionales, que darán paso a la aparición del populismo.
Por otro lado comienzan a esbozarse una serie de medidas que en ninguno de los dos países forman aún una política coherente, que significa, por un lado una mayor participación del Estado en el manejo de la economía, un mayor peso del mercado interno y un nacionalismo económico que aún no deja de ser un recurso retórico más. Da comienzo así un proceso de industrialización substitutiva de importaciones que aún no va más allá de la complementación con la economía agroexportadora, pero que va sentando las bases de un proceso de industrialización duradero, que tomara diferentes caminos en Brasil y Argentina.
Este dirigismo estatal favoreció la consolidación de una sector económico urbano - industrial formado por grupos no directamente vinculados al sistema exportador – importador (dirigidos principalmente al consumo interno) que fue un valioso aliciente para la formación de una clase industrial.
La etapa del ISI se caracterizó por un doble movimiento convergente: la expansión de la participación estatal en la economía y el robustecimiento de una burguesía industrial, participantes ambas en la creación de áreas nuevas de inversión, concentradas alrededor de la industria básica y de las obras de infraestructura en donde fue acentuada la participación estatal. Esto implica un mayor interés de estos sectores en la intervención positiva del Estado, si la vieja oligarquía ve al Estado como un legitimante de su dominación y sobre todo como un aparato represivo, esta pujante burguesía industrial estará más interesada en políticas más nacionalistas de protección del mercado interno que es al cual se dirige, se asiente pues, uno de los vértices del pacto populista.
Este desarrollo industrial acrecentó la formación de una clase obrera industrial, y fomento la inmigración campo-ciudad, conformando sociedadesurbanas de masas, basadas en economías insuficientemente industrializadas.
El rápido crecimiento de la urbanización y de la industrialización cambió la distribución existente de poder político y sentó las bases para la aparición de las grandes coaliciones populistas de estos dos países.
En este trabajo queremos señalar, las transformaciones que se fueron operando en los discursos, accionesy alianzas en Brasil y Argentina, alrededor de los sectores trabajadores, sectores que se pasan a ocupar un lugar principal (muchas veces sólo retóricamente) en la configuración de políticas estatales, debido principalmente, por un lado, al proceso mismo de industrialización y a dos movimientos políticos emparentados con aquel, el Varguismo y el Peronismo que representan su incorporación en el discurso político como beneficiarios últimos de sus políticas y los incorporan como vértice fundamental del sostenimiento de la alianza que los mantiene en el poder, la mutación que ambos sufrieron. Por otro lado el caso del PT como la aparición de una opción que sobre la base social que el populismo tuvo, supo articular un partido clasista de masas, como no existió nunca en Brasil (tampoco en la Argetina).
Ambos movimientos parten de un planteo inicial bastante similar, articulado a través de una activa política industrialista, una mayor participación de los sectores trabajadores, la implementación de políticas de bienestar social generalizadas y una retórica nacionalista en la economía.
Si por un lado la crisis económica del modelo agroexportador y cafetalero-exportador impulsa políticas más industrialistas, esta crisis va acompañada de la crisis del modelo de democracia adulterada oligárquico, que en 1930 es evidente en ambos países, como sostiene Weffor para Brasil: "El populismo expresa el período de crisis que atraviesan a la vez, la oligarquía y el liberalismo, siempre muy ligados en la historia del Brasil; y también expresa la democratización del Estado que debió apoyarse en algún tipo de autoritarismo, sea el autoritarismo institucional de la dictadura de Vargas (1937-1945), sea el autoritarismo paternalista o carismático de los líderes de masas de la democracia de posguerra (1945-1964)" (1), en Argentina el golpe de Uriburu, señala la imposibilidad de la oligarquía de realizar su propia retórica liberal democrática, se produce un impasse, donde le es imposible soportar las consecuencias de una democratización política ni reconstruir la legitimidad perdida previa a 1916.
La aparición del populismo simboliza esta imposibilidad, es el mediador que opera la incorporación popular, evitando la revolución social, en el caso de Brasil esta incorporación queda reducida a las clases medias, y a un pequeño sector obrero industrial incipiente, en la Argentina a partir de la experiencia peronista se extiende a sectores populares urbanos más amplios.
Este planteo inicial fue variando con el tiempo, intentando siempre (característica del populismo) adaptarse pragmáticamente a las políticas o posturas en boga, el justicialismo en Argentina, a lo largo del tiempo fue mutado en sus plataformas electorales y planteos políticos, incluso mientras estaba vivo su fundador y máximo referente de sus políticas, abarcaron un amplio espectro de posiciones que iban desde una nacionalismo filofascista hasta una acercamiento con el marxismo y los movimientos de liberación del tercer mundo, y que recientemente no ha tenido reparos en pasarse a un neoliberalismo militante, todo esto sin cambiar los caracteres básicos de su discurso que por tan abarcativos, pierden precisión y contenido. Incluso en esta última etapa (acorde con los tiempos) pudo dejar atrás una alianza que lo acompañaba desde su nacimiento, la que lo unía a los sindicatos.
En el caso de Brasil, el Varguismo fue incluso más pragmático a la hora de efectuar sus alianzas, pero nunca perdió el empuje industrialista que lo caracterizó, empuje que fue concretado más por sus herederos, pero que tiene en Vargas su primer articulador serio. Las alianzas del Varguismo, son más pragmáticas, creemos por el hecho de que Vargas mientras gobernó no estuvo sujeto a la fuerte alianza que si tuvo Perón, con el movimiento obrero. Las alianzas en Brasil son más a nivel regional que de clase, (los líderes son primero lideres de tal región antes que lideres de una corriente determinada).
El desarrollo del Brasil estuvo relacionado con dos corrientes que superestructuraron dos tipos de estructuras: Una centralizadora, heredada de la antigua metrópoli y otra basada en las autonomías regionales y locales. Esta se relacionaba con las dificultades de comunicacióny por las diversidades económicas-culturales. A partir de 1930 se procuró fortalecer cada vez más la unión en detrimento de las autonomías estatales. Tales tendencias llegaron al extremo de acomodarse a los regímenes autoritarios de transición en la sociedad industrial. Aún así el federalismo permaneció como compromiso constitucional y como mecanismo de negociación política.
En un "país de más de 8 millones de kilómetros cuadrados" con grandes diversidades regionales el desafío de Vargas era modernizar un "país continente, carente de capitales y recursos humanos, geopolíticamente aislado y de población rural, ganglionar y dispersa"(2).
En 1930 se sumó otro factor desestabilizador: la gama de actores sociales que se incorporó a la escena política: militares, trabajadores, iglesia, empresarios, intelectuales. Esto acabó por cristalizar en torno al estado las reivindicaciones específicas de cada grupo.
Este modelo de representación se institucionalizó a partir de una despolitización general de inspiración corporativa que transfirió al Estado el poder arbitral de los conflictos.
Esta situación es interesante compararla con la experiencia Argentina. Aquí Perón utiliza un exacerbado discurso "politizante" que involucra a muchos actores sociales en el marco de una lucha entre el "pueblo y el antipueblo". El "Estado Peronista"(3) tenía su base legitimadora en los trabajadores urbanos. Estos jugaban un papel central en el esquema del estado corporativo del peronismo. Si bien, como sostiene Romero(4), "la violencia del discurso no se correspondía con una conflictividad social real" al utilizar al movimiento obrero organizado en esta lucha "politizaba" al resto de la sociedad.
En términos de pretensiones Perón en su proyecto totalizador pretendió "peronizar" a la sociedad civil como lo hizo con los trabajadores y sus organizaciones. Vargas se conformó con negociar habilmente con las "elites regionales"(5) que servían estas como contenedoras del conflicto social dispersado. El celebre "polígono getuliano"(6), que se consagra en el marco del Estado Novo, consiguió la unidad ideológica y política a través del pacto corporativo.
ste, como señala Aspasia Camargo, está "constituido por vértices compuestos, en el eje simbólico, por los intelectuales y la Iglesia; y en el eje social de la producción, por los empresarios y los trabajadores. En los puntos extremos el eje territorial los militares y en la parte más alta, representando la unidad y la seguridad nacional las elites regionales de base, mediando las decisiones entre los municipios y el poder central". Perón encontraba el medio más eficaz en las intervenciones provinciales, ya que estas eran más débiles y más accesibles en términos regionales.
La era política Vargas puede dividirse en tres etapas: "la primera la oficial, se inicia con la Revolución del 30 y se cierra con su suicidio en 1954. La segunda denota la influencia del líder más allá de su muerte y se cierra con la deposición de su fiel seguidor Goulart en 1964. La influencia del pacto corporativo se extendió hasta la Constitución de 1988 y las elecciones que gana Collor en 1989.
Se puede afirmar que hay entonces una era de Vargas con Vargas, una de Vargas sin Vargas y otra de Vargas contra Vargas en la medida en que la hostilidad del régimen de 1964 a su herencia populista no les impidió reproducir su estructura semejante al modelo que él había implantado"(7).
A diferencia de Perón el liderazgo de Vargas le dejaba las manos más libres para juegos estratégicos, su alianza con los comunistas, con el ejercito, con la burguesía industrial.
Hay que destacar que ninguno de los líderes llegaron a vivir la crisis global del Estado de Bienestar, a partir de la Crisis del Petróleo. Sus acciones políticas fueron llevadas a cabo en los albores de este y mientras el E.B. fue el paradigma económico en todo occidente, por lo cual se movieron, en cierto sentido, en la corriente en boga de su momento El valor positivo que se le daba a la intervención estatal para atenuar las variaciones bruscas en la demanda y como principal inversor en infraestructura, así como su política social activa para cubrir aquellas necesidades que no podían traducirse al lenguaje del mercado, no podemos saber como hubieran actuado una vez entrado en crisis este modelo, del cual surgió la base social y política de la alianza que los sostenían, creemos que su pragmatismo característico los hubiera empujado hacia una nueva alianza, como la que sostuvo a Menem a partir del ’89, algo de esto se puede ver en algunas medidas tomadas por Perón antes de su muerte que significaron una negativa a las reivindicaciones de los trabajadores.
Las políticas de industrialización siempre respondieron a una línea de orientación hacia el nacionalismo económico. Esta orientación fue posible, a pesar de que componían este proceso una alianza de clases tan distintas por su gravitación gubernamental.
Un rasgo a destacar es que en Brasil no existió un movimiento político que actuara como soporte del régimen. No hubo en los comienzos de la etapa de Vargas, un movimiento del Estado Novo, un partido varguista(8). El Estado Novo nunca tuvo una la consistencia ideológica básica.
El Estado Novo era un camino autoritario sin partidos. Por eso, quizás una genuina innovación a nivel de los partidos políticos hubiese sido la creación de organizaciones políticas nacionales (algo de lo que siempre estuvo privado Brasil). Ante esto lo que se implementó a diferencia de Argentina es "un estado no político"(9), el cual le garantizaba un terreno ideal para mostrar su gran talento de conciliador y manipulador
Ambos movimientos nacen como alternativas claras al modelo político económico de las oligarquías agroexportadoras y cafetaleras-exportadoras, basado en una democracia oligárquica con gran exclusión social y mínima participación de los sectores de los trabajadores. Vienen a representar el tercer momento alberdiano, el de la participación política democrática, momento que en Argentina tuvo su primer esbozo en la truncado experiencia radical del ‘16 al ’30, y que en Brasil no ha tenido un exponente semejante. Ambos movimientos nacen como alternativa política a este sistema, y, en Brasil más que en Argentina, como alternativa económica, con su empuje industrialista.
En el ámbito económico el papel del Estado cambia su carácter, si en la etapa precedente este actuaba como mediador de la política de financiamiento de inversiones extranjeras, ahora por intermedio de él se toman las medidas necesarias para la defensa arancelaria del mercado, se inicia el proceso de transferencia de rentas del sector exportador hacia el sector interno.
Creemos que en la naturaleza de esta mutación se deja ver un rasgo fundamental de este tipo de movimiento político; la ausencia de una articulación ideológica sólida, componente característico de los movimientos populistas, debido principalmente a sus pretensiones de inclusión de todos los sectores posibles de la sociedad y su carácter conciliatorio, su discurso intenta siempre englobar la mayor cantidad de posturas posibles, los movimientos populistas se presentan como encarnación de una nacionalidad, frente a la cual todo oposición es declarada apátrida, no puede haber oposición al gobierno, porque esta significa una oposición a la Nación toda.
Podemos señalar Tres etapas históricas de estos movimientos de masas y su relación con los trabajadores:

2. Primera etapa:
Es el punto de partida arriba descrito, donde encontramos semejanzas en los planteos, con diferencias dadas en la intensidad en la realización de los discursos enunciados, condicionados por realidades económicas diferenciadas. Esta primera etapa abarca el primer Gobierno de Vargas, la del Estado Novo, y su 2ª presidencia democrática donde hay un apoyo significativo de la izquierda y el 1er y 2º gobiernos de Perón. En estos períodos encontramos el intento de crear un modelo alternativo al modelo agroexportador en crisis, y al régimen al que este iba unido, de democracia adulterada y restrictiva.

Creemos que ninguno de los dos países logró consolidar este proyecto, sin embargo Brasil se encamino decididamente por este camino hasta llegar, en la siguiente etapa, la de los continuadores de Vargas, a implantar un modelo industrialista exitoso, donde sin embargo la inclusión política seguía siendo una asignatura pendiente. En Argentina encontramos que este enunciado no dejó de serlo y no hubo la suficiente fuerza ni voluntad para llevarlo a cabo, sin embargo se rompe para siempre con el régimen político restrictivo y adulterado. De aquí en adelante ningún gobierno que no pueda de alguna manera articular la participación política de los sectores populares podrá soportar más que un limitado tiempo en el poder.
Creemos que en Brasil el varguismo sentó las bases de un nuevo modelo económico, de un nuevo modelo de país, cosa que el peronismo no pudo concretar, es como si Argentina, una vez entrado en crisis el modelo agroexportador con la crisis del 29, no puede volver a reconstruir la legitimidad que este poseía ni articular un modelo alternativo en lo económico. Se esbozan alternativas (muchas veces, para estar actualizado en el discurso, más que movido por una decisión concreta de llevarlo a cabo) que no son llevadas cabalmente a la práctica.
Existen muchas semejanzas en el tipo de liderazgo de ambos gobernantes, las formas de jugar dialécticamente con los diferente sectores políticos sociales en conflicto, de los cuales siempre se pretende ser el mejor interlocutor. El líder se coloca en el sitio de arbitro de los conflictos y encarna al estado y a la nación. Detenta la atribución conferida por la "nación" para hacer y deshacer alianzas, enunciando un discurso integrador y los suficientemente ambiguo como para integrar al mayor número posible. Creemos que en este aspecto los espacios de maniobra de Vargas son más amplios que los de Perón, ya que este último debido a su apoyo en el sector obrero organizado estaba más condicionado por las reacciones de estos a sus políticas. No es el caso de Vargas debido a que la alianza que lo sostiene es más a nivel de elites regionales y económicas.
Esta etapa puede ser cerrada con la muerte de Vargas y el exilio al que es empujado Perón.

3. Segunda etapa:
Esta coincide con el agotamiento del modelo de sustitución de importaciones, y la etapa de desarrollismo que se abre, donde se le da al capital transnacional un importante papel como generador de recursos y capitales.
La polémica estatismo o gran empresa comienza a superar las simples teorizaciones para transformarse en la encrucijada propia del desarrollo. Los sistemas de sustentación política del período anterior se deshacen rápidamente, y ahora surge en reemplazo de la aparente polarización "oligarquía – pueblo" del populismo, un nuevo enfrentamiento entre la clase popular nacionalista y el comportamiento de los grupos empresariales que tratan de reorganizar el Estado para expresar sus intereses políticos vinculados a los intereses económicos, el Estado como agente del desarrollo industrial.
Se emprende el camino de una política industrial más integral. Brasil a través del sucesor de Vargas, Kubitschek, mas allá de la situación inflacionaria que se vivía y que deterioraba en nivel de vida de los trabajadores(10), logró mantener el esquema "poligonal de Vargas". El período democrático de "JK" fue un ejemplo de habilidad política. Corrigió los "desvíos populistas, estatizantes de Vargas conduciendo el eje del sistema político más hacia el centro. Los partidos creados por Vargas, el PSD y el PTB, garantizaban la estabilidad en el Congreso, negocia con los militares, los capitales extranjeros y mantiene el vínculo con las elites regionales. El esquema de Vargas de construcción y consolidación política funcionaba más allá de Vargas.
En Argentina esto no ocurrirá, ya que el desarrollismo intentará articular una superación del peronismo que fracasa. Hay en esta etapa una radicalización en el discurso de Perón desde el exilio. Que deriva en el acercamiento con la izquierda y con los métodos revolucionarios, inspirados en la Revolución Cubana y en los movimientos de liberación nacional, la lucha económica es interpretada como un aspecto más por la lucha por la liberación nacional.
Por otro lado el movimiento de los trabajadores organizados en Argentina, a diferencia del caso brasileño que los sigue contemplando, es desplazado en el intento militar de querer "desperonizar" a la sociedad. Esto genera la permanente obstaculización del mismo generando una recurrente inestabilidad política.
Es importante resaltar la aparición de sindicatos clasistas por un lado y los deseos de sacudirse la tutela de Perón de los sindicatos que se reivindican como peronistas. Los primeros dan cuanta de una renovación fundamental de la acción sindical. Fuertemente ideológico, rechazando el amarillismo del sindicato vertical peronista, las experiencia del sindicalismo clascista (sobre todo en Córdoba) planteando la acción sindical, y la conducta de la clase obrera, no ya como integradora de un pacto social, de un consenso (más allá de la comunidad organizada y de la alianza de clases).

Se plantea el conflicto insuperable entre trabajadores y capitalistas, se señala el carácter de conflicto de clases que tienen las reivindicaciones obreras. Es de señalar que en Argentina estos procesos no prosperan por el doble trabajo represivo de los diferentes gobiernos militares y de los propios sindicatos verticalistas.
O’Donnell(11) sintetiza toda esta etapa y la sucesiva crisis que derivó en los golpes de estado de 1964(brasil) y 1966(argentina), de la siguiente manera:
"El período populista contribuyó a ampliar un importante electorado urbano que los dirigentes de algunos partidos políticos podían intentar captar, sobre todo mediante la promesa de políticas gubernamentales del tipo distribucionistas y expansivo que habían caracterizado los gobiernos populistas, a los que buena parte de ese electorado seguía siendo leal. Pero las siguientes crisis sociales y los numerosos episodios de protesta, sumados a la ineficiencia gubernamental crearon el escenario propicio para el arribo al gobierno de las fuerzas armadas(12)."
En Brasil, la radicalización de los gobiernos populistas deriva en el proceso militar iniciado en el ’64. Se implanta un modelo desarrollista industrializador autoritario, un verdadero BA, donde el lugar de los sindicatos esta marcado por el estado. Existe allí también una radicalización imperante. Por otro lado en toda Latinoamérica emergen con distinta intensidad las guerrillas urbanas. Si bien son desarticuladas rápidamente por el régimen militar, y no alcanzan nunca la envergadura que tienen en Argentina, si en cambio son el núcleo del cual nacerá una opción real de sindicalismo clasista combativo que dará origen a un partido de masas que Brasil nunca había tenido, como es el PT con un fuerte contenido clasista, matices marxistas, y una muy compleja y moderna articulación de intereses que lo transforman en una opción popular real (13).
En ambos países la represión se dedica a desarticular solidaridades peligrosas para el orden autoritario implantado, la represión hace mella en el movimiento obrero, que puede reagruparse en Brasil, cuando el empuje del milagro económico empieza a perder garra, después de la crisis del petróleo. En Argentina, el Córdobazo, la muerte de Aramburu, van acotando el poder de Ongania.

El experimento semi corporativo de Onganía fracasa, entre otras cosas, por la falta de claridad en sus objetivos, el regreso de Perón marca una especia de paréntesis, el intento de reformular la alianza que lo sostuvo en su primera etapa, esta demasiado condicionado por un accionar político que ya no se plantea en los mismos términos, la violencia en la cual se zambulle alegremente el propio movimiento peronista, desnudan mejor que nunca el poder y la debilidad de la posición de Perón como arbitro absoluto de la contienda, su rápida muerte nos deja sin mayores posibilidades de interpretar cual hubiera sido el destino de su gobierno, sin duda la inclinación a la derecha política del movimiento, y la reacción hacia los primeros síntomas de la crisis del petroleo, no dejan ver un acercamiento a políticas más regresivas y antipopulares.

La debacle del gobierno de Isabel, la fuerza alcanzada por el movimiento obrero verticalista, que alcanza cuotas de poder inmensas (sobre todo luego de la expulsión de López Rega) que no repercuten en mejoras sustanciales del nivel de vida de los trabajadores, el estado de Bienestar comienza a agonizar, la violencia y la crisis, dan la excusa perfecta al Golpe restaurador del ’76, donde un antipopulismo extremo se presenta como la única salida viable al aquellarre isabelino.
La Dictadura, no solo destruyó la base de solidaridades articuladoras de los movimientos de trabajadoras, si no también el sustento económico de las mismas, con políticas recesivas, de redistribución negativa de la riqueza y de desindustrialización.

4. Tercera etapa:
Marca el nacimiento del PT que reformula y modifica la esencia, no solo del sindicalismo sino también de la "sentencia" que marca la imposibilidad de construir un partido ideológico, orgánico y articulado a nivel nacional en Brasil.
En Argentina un sindicalismo que hasta último momento acompaño al último gobierno peronista, renace de la noche de la dictadura, intentando repetir las viejas alianzas sin poder desprenderse de una imagen negativa producto de haber sido el sostén del gobierno del 74-76 (Isabel Peron).
La alianza con el PJ y su lugar ocupado como columna vertebral del partido se mantiene hasta la toma del poder, donde el costo político de mantener una cúpula sindical pobremente renovada es muy grande. El peronismo rompe así su alianza histórica con los sindicatos que pasan a ser un integrante más del movimiento, no ya su condicionador principal.
Debemos antes de hablar del PT, reseñar el camino histórico de la izquierda que convergió en su creación. Es preciso resaltar cuales fueron los elementos, que a través de la historia de la misma, van configurando la posibilidad de construir un partido de izquierda.
Había una notoria tensión entre, por un lado, el comunismo internacional de Moscú, que guiaba de cerca a los partidos de izquierda latinoamericanos e insistía en una lealtad total, y por otro lado un comunismo de carácter autónomo o latinoamericano.
Muchos partidos socialistas cohabitaban con los comunistas. Los primeros compartían como método al marxismo para interpretar la realidad, pero su práctica política era parlamentaria y electoral.
El espacio político que ocupaban en Europa la socialdemocracia sería ocupado en América Latina por partidos populistas de signo nacionalista. Estos eran menos ortodóxos ideologicamente que la izquierda. Un ejemplo puede ser el brasilero Partido Trabalhista Brasilero (PTB) o el Partido Justicialista de Gral. Peron en Argentina. Estos partidos tenían la misma clientela política de las socialdemocracias europeas. Pero a diferencia de estos pretendia licuar la lucha de clases en conceptos supuestamente mas generales o superadores de este conflicto, como el pueblo.
El problema fundamental, que resalta Angell(14) en su libro Historia de América Latina, que se presentaba en la izquierda residía en lo que consideraba su base social natural (los obreros y campesinos). Estos eran seducidos por estos partidos populistas. La izquierda debido a esto permaneció marginada del terreno político en tiempos prolongados.
Es preciso distinguir dos fases de la izquierda. La revolución bolchevique por un lado y la revolución cubana por otro. Había un eje en el debate de la izquierda que resultaba exluyente. Este planteaba la discusión en como se llegaba al socialismo. Algunas corrientes centraban su diagnóstico en la via pacifica como medio, otros por el contrario decían que el camino era la revolución. Las circunstancias históricas tendrán mucho que ver con la lucha por la primacía de estas concepciones. La revolución Cubana o el triunfo de Allende en Chile o el stalinismo, la perestroika o la caida de la URSS en el exterior van a ser la base de las argumentaciones de una y otra corriente.
Los límites con los que se encontraba la izquierda en América Latina en general y en particular en Argentina y Brasil estaban relacionados con cuatro aspectos fundamentales. Uno era la represión permanente. Como ejemplo podemos citar al Partido Comunista Brasilero (PCB), este se funda en 1922 y es proscripto al poco tiempo hasta fines de la 2da.Guerra Mundial. Duró dos años la legalidad y lo proscribieron hasta 1985. El Partido de los Trabajadores (PT) asimilará muchos cuadros de este partido. La crítica que le hará el lider del PT, Lula da Silva, se centrará en su accionar y su poca autonomía con respecto al comunismo internacional como veremos más adelante.
Otro límite es el catolicismo que criticaba profundamente al marxismo y su carácter anticlerical. La poca cantidad de trabajadores organizados resultaba ser otro obstáculo, aunque en este aspecto hay diferencias entre los casos de países que tomamos y por eso mismo analizaremos con mas detalle los resultados en cada país con la implementación del denominado ISI y su contexto político. Por último un elemento típico de esta región los partidos populares o populistas de carácter radical y de impronta nacionalista. Eran movimientos populares y multiclasistas. Hablaban de pueblo, como ya dijimos, y no de clases y por sobre todas las cosas tenían vocación de poder. Esto significa que conocían muy bién las prácticas electorales y los mecanismos de captación de votos.
El Komintern nunca pensó en una revolución marxista leninista en América Latina que se desarrollara antes que en Europa. Su concepto de partido revolucionario leninista excluía al campesinado siendo este el sector mayoritario. Los partidos de izquierda tenían un rol secundario, testimonial, permanecían fuera del teatro político.
Todavía faltaba resolver un tema: Como organizar un partido revolucionario en la estructura social donde la clase trabajadora era débil, la pequeña burguesía era numerosa y el campesinado abrumador(15). La clase trabajadora urbana de Brasil, a diferencia de la Argentina, era pequeña y homogénea: unos dos millones de trabajadores en 1945 lo que equivalía al 15% de la población activa. Solo ¼ parte estaba sindicalizado. Más de la mitad del trabajo urbano se concentraba en dos ciudades, San Pablo y R. de Janeiro(16).
El PCB creo en 1945 una central única de trabajadores, la MUT (Movimiento Unificador de Trabajadores). No obstante el Estado controlaba a los Sindicatos.
A diferencia del PCArgentino,el PCB no se opuso al populismo de Vargas, intento beneficiarse con este. Hace muy buenas elecciones y gana diputados y un senador, Prestes. Saca el 9% en las elecciones del 45. En el 47 asume Dutra y lo declara ilegal al PCB. Ahora la amenaza resultaba ser más real.
La Guerra Fria tuvo sus victimas: los partidos Comunistas, principalmente el PCB. Los años 50 fueron de penurias recurrentes para la izquierda. La revolución Cubana le dió un impulso real a esta. El medio la guerra de guerrillas en detrimento del camino pacífico era la alternativa a seguir. Los partidos comunistas ortodoxos tardaron en responder al desafío de esta revolución y siguieron aferrandose a sus ideas tradicionales.
La revolución cubana (apoyada por los pro-chinos, aunque el objetivo de China era reducir la influencia sovietica en AL) coincidió con un período de tension en el comunismo internacional a causa del deterioro de las relaciones entre la Union Sovietica y China.
En Brasil los stalinistas, defensores de una politica dura, que militaban en el partido pusieron objeciones a las reformas de Prestes, que tenian como fin moderar la actitud del partido, y en 1962 abandonaron el PCB para formar el PC do B. Que sé mostro más intransigente su tendencia era pro-china.
Los grupos de guerrillas pusieron en marcha una espiral de violencia que culminó, como sostiene Angell(17) en su trabajo, con la aparición de gobiernos militares represivos.
El fracaso de la guerrilla urbana y rural y la inutilidad de los partidos comunistas ortodóxos revelaron la incapacidad de interpretar el mundo en que vivían.
Se producen a esta altura ciertos cambios contextuales: 1. -Crecimiento económico, urbanización rápida y cambios profundos en la estructura clasista en la región. 2. -La Iglesiacatólica redefine el mensaje social y la acercó a la izquierda (en Argentina no va ocurrir lo mismo como veremos más adelante). 3. -El golpe de 1964 en Brasil dio inicio a un a serie de golpes que se dieron en la región a los efectos de efectuar una reestructuración a fondo del órden económico y político en el marco de la ideología relativa a la seguridad nacional que definía a la izquierda como enemiga de los intereses nacionales(18).
Esto generó una revaloración implícita del pluralismo ideológico que emana del sistema democrático. Esta reflexion fue guiada más por las ideas de Gramsci que por las de Lenin. La izquierda dejo de ver la democracia como un pretexto burgues y las lecciones como un fraude. La guerrilla estaba desacreditada y ahora el pluralismo ideológico aparecía como deseable.
El golpe que recibio la Unidad Popular en Chile trascendió los límites de este país y sumio a la izquierda en una profunda crisis que tenía también su trasfondo internacional. Este se centraba en la disputa entre el eurocominismo y la URSS. El PT, que todavía no se había formado, va encontrar mayor apego, más tarde, en la postura eurocomunista.
Esto polarizó a la izquierda: la respuesta al golpe fue abogar por la necesidad de la violencia u otra opuesta. Esta planteaba la necesidad de moderar su politica y su actuación para que no se dieran las condiciones que propiciaban los golpes de estado.
Los revisionistas decían que la izquierda debía de imaginar el poder exclusivamente en términos de fuerza, debía dejar de concentrar la atención en las relaciones de propiedad con exclusión de otros factores.
Esta segunda alternativa hablaba de construcción política, de legitimidad de ampliar él márgen de influencia de la izquierda. Esto siginifica hacer concesiones con la derecha o abrir el dialogo con las clases medias.
Con la crisis de la deuda en los años ochenta el crecimiento se detuvo abruptamente y las desigualdades de la renta se profundizaron.
Ahora la izquierda actua en otro contexto ya que los gobiernos militares devolvieron el poder a los civiles (Argentina 1983, Brasil 1985).
En muchos países proliferaron los nuevos movimientos sociales, las organizaciones de base, los sindicalimos clasistas en donde el activismo criticaba a los partidos tradicionales de izquierda que seguian fieles a los supuestos leninistas sobre la subordinación del mov.sindical al partido de vanguardia. Esto resultó muy claro en el caso brasilero alcanzando importante consecuencias para el desarrollo del movimiento sindical. Esta situación no va a encontrar eco en el caso argentino ya que el movimiento sindical seguía dirigido por un partido populista como el Partido Justicialista.
El final de la dictadura fue acompañado de una renovación y una redefinación de los partidos socialistas. La estrategia de estos partidos de izquierda iba ahora menos encaminada a hacerse del poder del Estado, el objetivo buscado era construir su base en la sociedad civil.
El PT es paradigmatico, recalcaban sus raíces nacionales con preferencia a las internacionales. Trataban de incorporar prácticas democráticas en su organización interna, muy lejos del centralismo democrático del modelo sovietico.
El crecimiento de estos partidos nuevos y la aparición de movimientos sociales reflejaron la crisis de los partidos marxistas ortodoxos, sobre todo del P.C.
Una respuesta a la decadencia del comunismo ortodoxo y al modelo cubano fue el renovado interes por el socialismo de tipo parlamentario y electoral, lo cual contrastaba con la violencia asociada con la guerrilla en paises como Perú, Colombia y El Salvador.
La reacción a los años de dictadura militar y supresión de las libertades básicas entre algunos sectores de la izquierda fue una evaluación mucho más positiva de los beneficios de la democracia formal.
El PT se formo en parte debido a que sé percibía la insuficiencia del PC como medio de expresión de las reivindicaiones sindicales.
Con el PT nació el nuevo sindicalismo que se formó en las grandes industrias metalúrgicas del estado de San Pablo.
En 1978, Lula decía: "La izquierda brasileña ha cometido errores durante toda su historia precisamente porque ha sido incapaz de comprender lo que pasaba por la cabeza de los trabajadores y basarse en ello para elaborar una doctrina original... No niego que el PCB ha sido una fuerza influyente durante muchos años. Lo que sí niego es que sea justo decirles a los trabajadores que tienen que ser comunistas. El único proceder justo es dar a los trabajadores la oportunidad de ser lo que más le convenga. No desean imponer doctrinas. Quieren formular una doctrina justa que emane de la organización de los trabajadores y al mismo tiempo sea resultado de su propia organización" (19).
El PT es el mayor partido socialista de América Latina. Su apoyo electoral aumentó del 3% de 1982 al 7% en 1986. En las elecciones municipales de 1988 el PT ganó el control de 36 ciudades entre ellas San Pablo.
Aunque el PT tiene sus raíces en el movimiento sindical urbano también ha crecido en zonas rurales. En las presidenciales de 1989, Lula obtuvo el 16%, le gano a Brizola (PDT) el segundo puesto que saco el 15%. En la 2 vuelta saco con 37,86% y Collor el 42%. En la tercera elección después de la dictadura, si bien Cardozo, que lideraba una alianza de centro-derecha, ganó con el 53% de los votos convirtiéndose de esta manera en el primer presidente elegido en la primera vuelta, la alianza que lideraba Lula de centro izquierda realizó una muy buena elección ganando muchas gobernaciones importantes.

El PT procuro adoptar un modelo nuevo de organización interna que a diferencia de la del PCB respetase la autonomía del movimiento sindical. La misión del partido no era dirigir a los trabajadores sino expresar sus reivindicaciones en la esfera política. La organización del partido hacia hincapié en la democracia participativa.
La organización central del partido el llamado "núcleo de base"(20) que sé compondría de miembros afiliados de un vecindario, un grupo profesional, un lugar de trabajo o un movimiento social y se dedicara a una actividad política permanente más que una actividad electoral esporádica.
El partido estaba destinado a dirimir las diferencias que existen entre un movimiento social y un partido. Si en la práctica muchos núcleos funcionaron en gran parte como organizaciones electorales, el nivel de participación de los afiliados del PT (que se calculaban en más 600.000) seguía siendo extraordinariamente elevado de un partido brasileño. Esta estructura participativa era muy apropiada para la política de oposición que fue necesaria para imponerse al gobierno militar.
Muchos afiliados y lideres del partido procedían del radicalismo católico más que del marxismo. A los primeros le interesaba mantener la autonomía de las organizaciones sindicales y populares y no crear un partido político disciplinado. Internamente se daba un conflicto entre los miembros del partido y los que pertenecían a las organizaciones.
Los 3 partidos trotskistas brasileros se encuentran dentro del PT. El mayor de ellos Convergencia Socialista, consideraba al PT como una pantalla que había que radicalizar bajo la vanguardia revolucionaria, que combatiera en el PT la influencia de la Iglesia Católica y del grupo parlamentario. Esta variedad de porturas no contribuía a la disciplina del partido. Pero la derrota de los trotskistas en el Congreso de 1991 permitió una importante unificación.
El PT controlaba el 60% de los sindicatos del sector publico y solo un poco menos en el sector privado. En el Congreso el PT era el partido con mayor proporción de diputados vinculados con el movimiento obrero y los movimientos sociales.
Este proceso de renovación fue acompañado con normas internas novedosas, como el 30% de representación de las mujeres en los cargos del Comité Central del PT.
La limitación para Angell (21) era la siguiente: "El PT era un partido ideológico en un sistema de partidos que no era nada ideológico". Tuvo que hacer frente a desafíos vinculados a otros partidos de izquierda como el PDT de Brizola (viejo partido populista) y del PSDB.
Al igual que a todos lo partidos de izquierda al PT le costo proponer medidas para hacer frente a la crisis que no se parecieran a las que habían fracasado en el pasado ni a otras que fueran simples imitaciones de las recetas neoliberales.
Discrepamos con Angell cuando sostiene que si bien el apego del PT a una ideología radical ayudo a formar miembros comprometidos del partido ese mismo compromiso limitó su capacidad de competir en el mundo fluido y populista de la política de partidos de Brasil. Precisamente esa característica es la que hace al PT un partido atractivo y diferente. Si bien el polpulismo fue un elemento que obstaculizó el desarrollo de la izquierda, a partir del desvanecimiento del "pacto corporativo de vargas" (que según Camargo transcurre entre 1937 y 1988) emerge el camino democrático siendo este una gran oportunidad para la consolidación de un partido de izquierda que se va articulando en todo el territorio nacional.
Surge un socialismo que insistía en la participación y la democracia, que rechazaba la pasada ortodoxia de un solo modelo correcto y que se basaba firmemente es estructuras nacionales mas que en doctrinas internaciones.
En el decenio de 1980 tuvieron lugar cambios en el comunismo internacional, ya no había un solo modelo de socialismo.
Ciertos beneficios envolvieron a la izquierda latinoamericana producto de la caída del comunismo internacional: 1. -La izquierda ya no tendría que justificar las prácticas antidemocráticas del bloque comunista.2. -No tendría que defender a regímenes que ofendían las creencias democráticas liberales.3. -La izquierda ya no tendría que hacer frente al mismo grado de hostilidad de los EEUU.4. -Podría empezar a liberarse de la acusación de que la izquierda en el poder degeneraría en autoritarísmo.
A modo de conclusión podemos decir que se evidencia claramente los diferentes modelos que se estructuraron en ambos países, en Brasil la industrialización creo un país industrial, cuyo niveles productivos y su estructura económica se asemeja a la de los países desarrollados, amparados en una industria fuerte, verdadero motor del desarrollo brasileño, el movimiento obrero puede articular sus demandas con mayor contundencia, sin embargo aún la participación política está poco extendida.
En Argentina, donde la participación es amplia, el abandono de cualquier pretensión de industrialización, le resta a la clase trabajadora cualquier incidencia en la conducción de la economía. Lo que ningún gobierno pudo hacer, regresar al momento anterior a la aparición del peronismo, donde los sectores subalternos no tenían ninguna injerencia política, lo logro hacer un gobierno que proviene del peronismo.
De dos movimientos que nacieron con muchas semejanzas, pero que principalmente pasaron a la historia como los que abrieron las puertas a los trabajadores a la vida político social, en el fin de siglo, uno ha mutado hasta convertirse en un paladín del neoliberalismo y la explotación de los trabajadores, imagen que va a costar abandonar (aunque pensamos que en movimientos donde la ideología es un recurso más del discurso político y no un acto de fe, el transformar este se vuelve mucho más fácil), el otro desapareció en la noche de la historia, pero su lugar como movilizador y representante de los trabajadores fue ocupado por un partido que se ha constituido en una opción real a ese neoliberalismo cada vez más cuestionado.

5. Bibliografía
Weffort, Francisco: El populismo en la política brasileña.Camargo, Aspasia. El federalismo centralizadorRomero, Luis Alberto. Breve Historia Contemporanea de la Argentina. Skidmore, Thomas. Política en Brasil 1930-1964.Iglesias, Francisco. Breve Historia Contemporanea del Brasil.Odonnell, Guillermo. Modernización y Autoritarismo.Revista Teoría y Debate. Ejemplar N°20.Angell, Alan. La izquierda en América Latina.Gadotti y Periera. Pra que PT.

6. Bibliografía Complementaria.
Furtado, Celso. La economía latinoamericana. Genoino, José. El mensaje de las urnas.Guilhon Albuquerque, Victoria del gobierno o derrota opositora. Jaguaribe, Helio: Sociedad y política en la Actualidad Brasileña. Ed. GEL. Bs.As. 1985 Jaguaribe, Helio, comp.: La sociedad, el Estado y los partidos en la actualidad brasileña. Ed. F.C.E., México D.F. 1992.Love, Joseph. Federalismo y Regionalismo.Halperin Donghi, Tulio, Historia Contemporanea de America Latina. Ed.Alianza. Bs.As.1995.Madison, Angus. La economía política de la pobreza, la equidad y el crecimiento: Brasil y México. Ed. F.C.E. México D.F.1993Murmis, Miguel y Juan Carlos Portantiero: Estudios sobre los origenes del peronismo. Ed. Siglo XXI. Bs.As. 1987.Waldmann, Peter: El peronismo: 1943-1955. Ed. Hyspamerica, Bs.As., 1986.Weffort, Francisco: El populismo en la política brasileña.

7. Documentos.
Manifiesto Constitutivo del PT (21-10-80). Plataforma electoral del PT de 1998.Rev. Teoria y Debate, reportaje a Vladimir Palmeira.Documentos extraidos de la página oficial del PT en internet.Manifiesto Lanzamiento del II Congreso Nacional (nov.99).Exposición parlamentaria de Paulo Nogueira Batista jr. Evaluación del Plan Real.Revistas Veja. Edición 1592. Sección: POLITICA.

Trabajo enviado y realizado por:Leandro Carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires.leandroquerido@uol.com.ar
Resumen: Trata sobre el Populismo, la Industrialización y la Representación de los sectores trabajadores en Brasil. (Nacimiento y consolidación del PT). Semejanzas y Diferencias con el caso Argentino.